Nuestros políticos electos siguen con sus negociaciones ficticias, en busca de la justificación perfecta que les posibilite la formación de un gobierno que causará repulsión a la mayoría de españoles.
Resulta patético escuchar decir a Mónica Oltra que los de Ciudadanos son sectarios por no querer formar parte de un gobierno donde esté Podemos. Resulta turbador porque ellos aún han ido más lejos con su intransigencia y desprecio para con el Partido Popular. Y lo peor de todo es que quizá utilicen ese supuesto fanatismo de Ciudadanos para justificar su pacto con los partidos nacionalistas.
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, justo un día antes de cumplirse el plazo para ir a unas nuevas elecciones, convocarán una rueda de prensa y anunciarán a España entera que, por culpa de Albert Rivera y su cerrazón y… por el bien del estado español, no han tenido otro remedio que buscar un acuerdo con los partidos separatistas. Los pobres, con lágrimas en los ojos y libros en los bolsillos, proclamarán nuestra salvación aunque para ello hayan hecho de tripas corazón. Y es que, seguro que con la nariz tapada, habrán llegado a un acuerdo con esos partidos que desean la independencia de sus comunidades autónomas. La presidencia o vicepresidencia de un gobierno bien vale la desestructuración de este centenario país. Y es que vamos a tener lo que nuestros votos merecen. ¿No creen?
J.A. – Algemesí