No han cumplido el plazo de convocar con al menos 48 horas hábiles.
Está comprobado que en el equipo de gobierno sólo se mueven cuando algo les afecta al bolsillo, y es lo que hicieron presentando rápidamente un recurso de reposición contra el acuerdo del pleno que les dejaba sin dedicación. Alegan un defecto en el procedimiento; que no se justificó la urgencia, aunque se votó y se explicó claramente.
Una forma de proceder que choca con la que vivimos el pasado martes, cuando se celebraban las comisiones informativas de Cultura, Educación y Deportes y la de Gestión Territorial. Ambas fueron convocadas fuera del plazo mínimo que exige la ley y por tanto, todo lo que allí se dictaminó para el pleno es susceptible de ser objeto de anulación.
Obviamente los concejales no se van a recurrir a sí mismos unos hechos de los cuales son responsables, lo que evidencia que sólo se mueven cuando la cuestión afecta a sus bolsillos. Es la primera vez que unas comisiones no se convocan en tiempo y forma, y no nos sirve la excusa del concejal de Cultura, Pere Blanco, justificándose en que el técnico está de baja. Primero porque en el ayuntamiento hay muchos técnicos que podían asumir estas funciones, sólo hacía falta un poco de previsión y no esperar a última hora para delegar esas funciones en otro técnico. Y segundo porque la de Gestión Territorial también fue convocada a destiempo y no depende de ese departamento. Pero claro, el concejal de Urbanismo no está a lo que está.
Esto solo es una prueba más del caos y el desinterés con el que se gobierna el ayuntamiento, según que asuntos claro. Si hablamos de sueldos, todo va mucho más rápido.