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[tx_column size=»1/2″]montserrat perez pino licenciada en farmacia diplomada en nutrición y dietetica humana la veu d'algemesí

Cuidarse no es hacer sólo una dieta, es un estilo de vida

Montserrat Pérez Pino.Licenciada en Farmacia, Diplomada en Nutrición y Dietética Humana
Para perder peso es fundamental tener un plan bien establecido. Los cambios necesarios para adquirir una alimentación saludable y un nuevo estilo de vida comprenderían los siguientes pasos:

Paso 1: Compromiso

Comprometerse con uno mismo y adquirir un estilo de vida saludable. En ocasiones es útil anotar los kilos que se desea perder, previsión de finalizar el proceso, cambios a adoptar, plan de actividad física y motivos que han impulsado a tomar la decisión, como problemas de salud, incomodidad con la talla habitual o exigencias médicas.

Paso 2: Conoce tu necesidad real

Es necesario acudir a un especialista para que haga un análisis corporal y un estudio de hábitos para que pueda indicar necesidades e identificar los errores actuales.

Paso 3: Fija metas realistas

Es importante establecer metas a corto plazo y premiar los esfuerzos. Hay que centrarse en metas concretas, realistas y comprensivas. Por ejemplo «hacer más ejercicio» no es una meta concreta. Pero proponerse «ir a caminar 20 minutos, 3 días la primera semana», es fijarse una meta concreta y realista.
Si te fijas metas poco realistas, como perder 10 kg en 2 semanas, el hecho de no conseguirlo te traerá sentimientos de derrota y frustración. Además hay que tener en cuenta que todas las personas son distintas: lo que a unas les funciona, a otras no.  

Paso 4: Busca tus apoyos

Busca el apoyo de tu familia y tus amigos y explícales los motivos por lo que haces este cambio en tu estilo de vida. Pídeles que no te ofrezcan alimento que no debes de tomar.

Paso 5: Lleva con el especialista un seguimiento continuo de tu progreso

Es conveniente que hayan evaluaciones continuas por parte del profesional que pueda corroboran el buen progreso del proceso.
¡Premia tus logros! Usa premios como comprarte un modelito, salir con amigos o relajarte en un spa o con un masaje. Los incentivos mantienen la motivación en su camino hacia una buena salud.
Con todo esto conseguiras que lo cambios introducidos en tus habitos de alimentación y vida se torner un estilo de vida para tí y por tanto los hagas de forma involuntaria y sin esfuerzo alguno.[/tx_column][tx_column size=»1/2″]cristina puchades graduada en nutrición humana y dietética la veu d'algemesí

El Misterio «LOW SUGAR»

Cristina Puchades. Graduada en Nutrición Humana y Dietética
En los últimos años el consumo de azúcares sencillos ha aumentado de forma vertiginosa. Estos componentes, además de ser NO NUTRITIVOS, losencontramos en los alimentos dulces como un ingrediente más, pero ni por asomo pensaríamos que están presentes en otros alimentos no clasificados como dulces. ¿En qué alimentos se ocultan los azúcares?,   ¿conoce bien la información nutricional de aquello que compra?, ¿sabe cuánto azúcar consume cada día?
Aprender a localizar estos componentes y evitar su consumo de forma habitual sería un buen comienzo para plantearse una dieta saludable para perder peso.
Cuando escuchamos la palabra azúcar solemos pensar en esos cristales blancos y brillantes que endulzan nuestra vida, es el azúcar de mesa o sacarosa.  Lo podemos encontrar de forma natural en las frutas y las verduras, o bien añadido a alimentos que se procesan en la industria alimentaria. Las propiedades tecnológicas que presenta lo hacen un elemento de uso versátil, por sus distintas aplicaciones. Además de dulzor, aporta textura, volumen, humedad y permite conservar los alimentos durante más tiempo. Cuando es consumido aporta placer y energía de forma rápida, pero debemos tener en cuenta que las desventajas que oculta hoy en día son un grave problema para la salud, ya que las cantidades de consumo superan las recomendaciones establecidas. Puede producir caries dentales, sobrepeso y obesidad, enfermedades cardiovasculares y metabólicas.  Por otra parte y no menos importante, aumenta el apetito, altera la percepción de sabor de otros alimentos y lo peor de todo es que reemplaza a otros alimentos con valor nutritivo.
Está presente en postres lácteos y helados, en cereales de desayuno, en las salsas (mayonesa, kétchup, …), en precocinados y mermeladas, en refrescos y zumos comerciales,  en la bollería y los chocolates y en los panes industriales (pan de molde y similar…..).  Su uso está tan extendido que es verdaderamente difícil huir de su consumo.
La recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se establecen en un 10 % del VCT (Valor calórico total) consumido. Significa que si la dieta presenta 2000 Kcal, 200 Kcal máximo deben proceder de los azúcares, en gramos hablamos de 50 g de azúcar diarios y para optimizar nuestrasalud no debemos rebasar el 5 % del VCT.
Otros componentes, sustitutos del azúcar, se usan con el pretexto de ser  mássanos, pero en realidad no es así.  Nos referimos a la miel, que presenta un 85 % de sacarosa, jarabe de arce, jarabe de maíz y sirope de agave con un 75 % y azúcar moreno con un 85 %.  Esto implica que también debemos moderar su consumo.
 
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