Francisco Soler, Director General de la Caixa Rural d’Algemesi desde 2014 hasta el 31 de diciembre de 2022, da por cerrada la reestructuración interna que se acometió hace nueve años y expone los retos a los que se enfrentará D. Javier Barberá Ahuir, nuevo director general desde el 1 de enero de 2023.

Francisco Soler Jordá (Valencia, 1956) estuvo al frente de la Dirección de Informática y Organización de la Caixa Rural d’Algemesi desde 1982, siendo nombrado Director General en 2014 y finaliza su relación laboral por jubilación el próximo 30 de abril de 2023, habiendo ejercido de Asesor del Consejo Rector durante los últimos cuatro meses.

En este último periodo de nueve años, ha logrado, junto a todo su equipo, dar la vuelta a la entidad, con cinco oficinas, 45 empleados y 364 millones de activos totales medios. El director general da por cerrada una etapa de mejora de la eficiencia y reducción de la morosidad, aunque considera que aún tiene recorrido y que serán dos de los principales retos a los que se enfrentara en nuevo director general. A fecha de hoy, asegura que esta cooperativa de crédito, fundada en 1970, dispone de un equipo profesional y motivado, que unido a una cultura empresarial solida e eficiente le permitirá seguir manteniendo el liderazgo que ostenta en sus plazas de implantación.

Francisco Soler a la sala de juntes de la Fundació Caixa Rural. M.C.

LVA.-   -¿Es Caixa Rural d’Algemesí un entidad que goza de buena salud?

-Por supuesto, podemos decir que a pesar de las circunstancias y el entorno de últimos años, pandemia, volatilidad e incertidumbres, la salud de la Entidad ha ido mejorando ejercicio tras ejercicio. Estamos muy satisfechos con el trabajo realizado por todo el equipo y convencidos que la tendencia de crecimiento, solvencia y mejora seguirá siendo creciente en los próximos ejercicios.

-¿Cuáles has sido los resultados de 2022?

Los resultados han sido muy positivos. Lo han sido para la banca en general y para nosotros también, incluso superando algunos indicadores del sector. Los márgenes financieros de toda la banca crecieron debido al incremento de los tipos de interés. En Caixa Rural d’Algemesí hemos conseguido mantener los costes y, durante 2022, la política de la entidad ha sido muy exigente en este punto, revisando y renegociando con clientes y proveedores hemos conseguido que nuestro margen de eficiencia haya marcado un mínimo histórico del 61,12%, llegando a un valor que, aunque está por encima de la media del sector, nos proporciona un reconocimiento al esfuerzo realizado por todo el equipo.

-¿Cuándo le nombraron director en el año 2014, cuál era la situación de la Entidad?

Aunque parece que fue ayer, tengo que decir que los primeros años fueron bastante duros, tanto por la situación de la entidad con una tasa de morosidad desbocada, sin apenas coberturas para insolvencias y montón de activos adjudicados, unido a un entorno macroeconómico adverso. Eran momentos delicados, pero con decisión y trabajo intenso supimos estabilizar los indicadores más negativos. Paso a paso con visión a largo plazo y mucha prudencia fuimos reorganizando la red comercial, implantando procesos de mejora de la eficacia y de control del riesgo, rediseñando la organización y muchos proyectos más, lo que nos han permitido situarnos a fecha de hoy como una entidad de referencia entre las cajas rurales de nuestro tamaño y con los mejores resultados de la entidad de estos últimos años.

-¿Cree que la nueva dirección general provocara un cambio de estrategia?

No lo creo, pienso que la estrategia es la correcta. Somos personas y creemos firmemente en nuestro lema “Persones, compromís i confiança”. Nuestro mayor valor radica en nuestra cercanía y trato con los clientes y en el alto grado de implicación y pertenencia de nuestros empleados. Nuestro balance sigue creciendo año tras año fruto de la confianza que genera la entidad, queremos seguir creciendo en clientes y especialmente en el segmento joven, reto que me consta que tiene en su plan estratégico el nuevo director general. Todo ello generara con el tiempo un mayor fortalecimiento del balance y mejorara los ratios de eficiencia y solvencia.

-¿Cuáles son las prioridades para los próximos años?

Aunque es una pregunta que hay que hacérsela al nuevo director general, puedo dar mi visión al respecto, la cual es una proyección del último plan estratégico “Compromiso 2022” que se vio afectado por el periodo de la crisis sanitaria de Covid-19. A destacar entre sus prioridades estratégicas están “la mejora de la eficiencia” y la “reducción de la morosidad” con una gestión muy prudente del riesgo, y en este sentido habría que mantenerlas hasta llegar a ratios medios del sector. Por último, otro reto estratégico seria el conseguir que el relevo generacional de los puestos de responsabilidad clave de la entidad se desarrolle con total normalidad.

-¿En que se distingue una caja rural de la banca tradicional?

Hace tiempo que lo digo, “la ética con los clientes no se cuestiona”. Aunque todos tenemos productos financieros muy parecidos, en nuestra Entidad no se han producido en ningún caso reclamaciones por preferentes o productos complejos y la entidad no ha llegado a efectuar ningún desahucio. El elemento diferenciador son nuestros valores, la ética, el compromiso y la cercanía, la cual se materializa en el número de puestos de atención directa al público en nuestras plazas, sin olvidar la empatía de cada uno de nuestros empleados. Para nosotros los clientes son personas, no números.

-¿La entidad se plantea entrar en una fusión bancaria?

En ningún caso. Pertenecemos al “Grupo Caja Rural”, que sigue siendo autónomo, y la reciente implantación del Mecanismo Institucional de Protección o MIP avala y aglutina a todas las cajas rurales, pero nos permite seguir siendo independientes, financiera y jurídicamente. Los datos del grupo son envidiables con un modelo de banca sostenible, estable y que hoy por hoy no le plantea ninguna incertidumbre al Supervisor.

-¿Qué supone ser pequeño en un sector de grandes bancos?

No nos podemos despistar. La característica de ser pequeño es que somos más ágiles en muchos procesos y toma de decisiones. Mientras nuestros ratios sean como los que damos en el Grupo Caja Rural, podemos mirar cara a cara a cualquiera y entrar en competencia con cualquier producto o servicio. En España, el mercado bancario es muy competitivo pero sabemos que las rurales han demostrado que saben hacer negocios rentables mientras que en la gran banca a veces los resultados no son tan buenos.

-¿Cree que las últimas turbulencias financieras acabaran provocando un racionamiento del crédito?

La verdad es que las familias están sufriendo el crecimiento del Euribor. Aunque es cierto que existe un gran número de analistas que indican que la caída del SVB puede provocar un racionamiento del crédito, bajo mi opinión, y en el supuesto de que llegue a nuestras localidades de influencia, se produciría solo un estancamiento temporal.

La situación no acompaña para pedir una hipoteca. Podemos conseguir una buena hipoteca pero siempre adecuada a los tipos de interés en los que nos movemos ahora, lo cual no tiene nada que ver con las ofertas de hace un año.

-¿Con qué sentimiento se marcha?

Tranquilidad y satisfacción al dejar una organización que destila profesionalidad y tiene su base bien asentada. Han sido 42 años de dedicación plena, los primeros desarrollando con pasión soluciones de gestión para la entidad, los últimos nueve comprometido con situar a Caixa Rural d’Algemesí como un referente en el sector. Me gustaría transmitir a todos los clientes, proveedores, empleados y empleadas que ha sido un privilegio poder trabajar con todos ellos y agradezco la confianza que han depositado en mí y en la entidad durante todo este tiempo.

Aunque dejo mi puesto, me llevo conmigo el recuerdo de todas las experiencias positivas que hemos compartido. Estoy seguro de que Caixa Rural d’Algemesí continuará brindando un servicio excepcional y que seguirá ofreciendo la excelencia en todos sus productos y servicios.