Según el Partido Popular de la Ribera Alta, la nula gestión que está realizando el nuevo gobierno del Consorcio de Residuos “Ribera i Valldigna y no tomar decisiones ha generado un sobrecoste de 4 millones de euros a repercutir en la tasa y que está afectando a la capacidad económica de los usuarios de la comarca. La nefasta gestión del PSPV y Compromís en el consorcio de residuos está repercutiendo en la economía de todos los vecinos de la Ribera.
Después de tres años, no haber depurado los padrones y haberlos cruzado con los del IBI urbana ha provocado importantes errores, como es el haber pasado al cobro inmuebles diseminados exentos de la tasa lo que ha hecho incrementar el coste del resto de los tributos. La falta de decisión en el modelo de depósito comarcal y no optar por un vertedero o varios micro vertederos. El sobrecoste anual de 2,7 millones de euros por no tener un depósito comarcal establecido en el ámbito de actuación del consorcio, todos estos factores hacen que se incremente de forma exagerada la tasa de residuos prevista para el presente año y que, en Junio se pasa al cobro.
El incremento de la tasa de residuos prevista para el año 2018 es superior a un 22% respecto a la del año anterior, esto deja en evidencia la nefasta gestión que están realizando al frente del Consorcio de residuos ya que dicho incremento que no se corresponde con el aplicado al presupuesto establecido para el mismo año y que es de un 6,5 % superior al del año anterior. Esta ineficaz gestión está llevando a incrementos medios de 12 euros respecto al año anterior, llegando a alcanzar cifras de hasta 90 euros en poblaciones como Beneixida, 64,41 euros en Algemesí y 65,12 euros en Alzira.
Estas cifras evidencian la escasa capacidad para gestionar un ente comarcal en el que los miembros del actual equipo de gobierno formado por PSPV i Compromís deberían tomar cartas en el asunto para resolver este gran problema y que ya ha costado dimisiones en el seno de los socialistas. En la anterior legislatura se interpuso un recurso contra la licitación de la remodelación de la planta en cumplimiento de las previsiones del Plan Zonal de Residuos de las zonas X, XI y XII que integran el CRV y que fue desestimado por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales y posteriormente recurrido por PSPV con lo cual, el no haber finalizado la instalación 1 y no modernizar la planta se incrementa el rechazo por lo que se incrementa el coste en más de 1,3 millones de euros que hay que incorporar a la tasa anual. Una situación que ellos mismos provocaron y que genera más rechazos en los residuos, más costes en transporte y por lo tanto una tasa mayor. Situación que son incapaces de resolver por su ineficaz gestión.
Los mismos partidos políticos PSPV i Compromís que en la anterior legislatura se dedicaban a una permanente obstaculización e instaban a corregir todas las anomalías que provocaba, según ellos, “un abuso en la tasa de basura” e instaban a adoptar medidas para reducir la tasa han sido incapaces de gestionar a la baja una tasa que ellos han criticado abiertamente. Esta mala gestión debería llevar al presidente del consorcio y su equipo de gobierno a reflexionar sobre la evolución de su trabajo y la repercusión que tiene sobre los usuarios del consorcio, sopesando el incremento económico que ha repercutido sobre los habitantes de la Ribera, con un sobrecoste de 4 millones de euros.