Pedro Gómez Col. 4563 graduat en fisioterapia master en terapia manual
La actividad física ha sido parte fundamental de la salud y de la rehabilitación desde hace mucho tiempo. Ya en grandes culturas como la china (en torno al año 2600 a. de C.) y la griega (alrededor del 400 a. de C.) se promovía el ejercicio como sinónimo de salud. Sin embargo, mucho tiempo después, ya en sociedades de pocos siglos atrás se comenzó a instaurar la doctrina del reposo.
El reposo prolongado en cama se asentó como tratamiento en muchos tipos de patologías, desde una fractura hasta una cefalea. Esto ocurría debido a que el personal sanitario buscaba a toda costa evitar posibles efectos adversos en casos complicados, esta tendencia se extendió al resto de pautas para patologías más leves y en la actualidad aún es frecuente encontrar una pauta médica de dos-tres semanas de reposo ante por ejemplo, un leve esguince de tobillo.
Desde Fisioteràpia La Ribera queremos aclarar la confusión entre reposo y la evolución natural de un problema músculo-esquelético. El cuerpo necesita un periodo de recuperación que puede variar entre un individuo y otro dependiendo de diversos factores como la genética, edad, condición física, etc. Pasado ese periodo algunas de esas dolencias se solucionan por evolución natural debido a los procesos de regeneración del cuerpo. Esto se suele confundir con el poder curativo del reposo.
Es necesario adaptar el movimiento y las cargas de trabajo a la fase de la patología, a la persona que la sufre y a la estructura lesionada, por ello desde Fisioteràpia La Ribera creemos en la funcionalidad y en la adaptación del ejercicio en la medida de lo posible para favorecer la rehabilitación y la regeneración correcta de los tejidos del cuerpo que no ocurre en la gran mayoría de casos que simplemente se guarda reposo. Al fin y al cabo estamos diseñados para movernos.
